Por qué actúa SICK
Los minerales, los metales y los recursos fósiles están limitados en nuestro planeta y no pueden renovarse. Por ello es imprescindible recuperar estos materiales e integrarlos en una economía circular. El crecimiento de la población va acompañado de un mayor consumo, que acucia aún más el problema de la escasez de recursos.
Una economía circular funcional es también fundamental en el caso del plástico, ya que una gran parte del mismo no se recicla. El 85% de los residuos que pueden encontrarse en las playas del planeta son plásticos. Estos plásticos acceden al organismo de las especies marinas o incluso de las personas. Las consecuencias negativas para la salud de las personas y de los animales que generan estos microplásticos presentes en el aire, en el agua y en los alimentos son prácticamente incalculables.
Uso respetuoso de los recursos
SICK confiere una gran importancia a un uso responsable de las materias primas limitadas. Los minerales, los metales y los recursos fósiles pueden recuperarse gracias a la economía circular. En el caso de los metales, ya es habitual que presenten una determinada proporción reciclada. En este sentido, en Europa, cerca del 52% del aluminio fabricado procede de productos reciclados. Por el contrario, en el caso de los plásticos, hasta ahora esto es una excepción en el ámbito industrial. Para cerrar el ciclo y minimizar el impacto medioambiental, SICK estudia el uso de plásticos reciclados y de alternativas en forma de materiales reciclados. Nuestro objetivo consiste en utilizar estos materiales también en nuestros propios productos.