La RFID-Technologie (RFID = Radio Frequency Identification) ofrece importantes ventajas para la supervisión y el mantenimiento preventivo de las vías férreas en todo el mundo, por ejemplo: seguimiento de recursos y reducción de costes.
En las vías férreas europeas, cada año se producen centenares de descarrilamientos. Según el proyecto D-RAIL, un descarrilamiento cuesta como promedio más de 800.000 euros. Las causas principales de estos accidentes son fallos por desgaste de ruedas, ejes y suspensiones, así como una carga incorrecta. Para solucionar este problema que cuesta cientos de millones de euros, los propietarios de los ferrocarriles invierten grandes cantidades en sistemas de supervisión y mantenimiento preventivo. Esto requiere la instalación de una compleja infraestructura a lo largo de las vías, como los sistemas de supervisión ferroviaria por tramos (WTMS = Wayside Train Monitoring Systems), los detectores de cajas de grasa calientes (HABD = Hot Axle Box Detector), los sensores de carga por eje (ALC = Axle Load Checkpoint) u otros dispositivos, tales como sensores de ultrasonido o cámaras de alta resolución.
¿Qué valor añadido puede aportar la tecnología RFID frente a estos sistemas que llevan ya años utilizándose? En cada vagón del tren se instalan etiquetas RFID UHF y en el sistema de supervisión WTMS se instalan lectores RFID. La información adicional que proporcionan estas etiquetas RFID permite tender un puente entre los valores de medición críticos y los vehículos, pares de ruedas, ejes, frenos y suspensiones específicos. Así, con la tecnología RFID puede conocerse con antelación qué pieza concreta del tren necesita algún tipo de atención especial.
Además, ofrece otras ventajas:
Además de las mejoras que supone el mantenimiento preventivo, la aplicación clásica UHF es el segundo motivo para la introducción de la tecnología RFID en las vías férreas: el Asset Tracking o seguimiento de recursos en tiempo real. Este permite a todos los implicados (propietarios de los vehículos, operadoras ferroviarios o empresas de infraestructuras y mantenimiento) responder a las preguntas qué, quién, cuándo y por qué.
Por ejemplo, las empresas de tráfico de mercancías pueden por fin responder a la eterna pregunta de sus clientes: ¿Dónde está mi envío?. A esto hay que añadirle otras ventajas como una mejor planificación de la disponibilidad de los vehículos y una reducción de las capacidades no aprovechadas.
Durante el trabajo en un proyecto con Trafikverket, empresa pública de transportes sueca, el equipo de SICK ha identificado una serie de factores para que un proyecto tenga éxito:
SICK ha implementado el RFU630 en este proyecto, un dispositivo de lectura y escritura RFID combinado con sensores que cuentan los ejes. Este no solo se encarga de asignar el transpondedor al vehículo o par de ruedas, sino que también informa sobre la velocidad, la dirección de marcha, la alineación del vehículo y la secuencia de vehículos dentro del tren.
Las preguntas más importantes sobre el RFID respondidas de forma sencilla, muchos ejemplos de aplicación y ofertas de formación.
