Los robots modernos ya trabajan en los campos, haciendo que la agricultura moderna sea más eficiente y rentable. Aunque llueva, nieve o haga calor y polvo, los sensores 3D-LiDAR de última generación garantizan que estos robots puedan captar la intrincada topografía de un campo agrícola típico.
Imagine un robot que se desplaza por los campos y escarda entre las plantas. Para que funcione sin problemas, tendría que ser capaz de distinguir entre los terrones de tierra y los posibles obstáculos que pudiera encontrar. Además, el robot tendría que realizar esta tarea en un entorno naturalmente difícil y polvoriento. O incluso en uno húmedo y embarrado. Y eso no es todo; este entorno podría cambiar con una tormenta de verano.
Presentamos a Orio. Orio navega de forma autónoma por el campo, sin desviarse nunca más de 2 cm de su rumbo predeterminado. En la era del GPS, puede que esto no sea una gran sorpresa, pero el sistema de guiado es mucho más que eso. Al combinar los datos del GPS RTK con la información del sensor 3D-LiDAR MRS1000, el robot no solo mantiene el rumbo, sino que evita activamente todos los obstáculos, independientemente de si está escardando entre hileras de lechugas, cebollas, zanahorias, chirivías, coles, puerros, coliflores o hierbas diversas (ajo, cilantro, menta, etc.), por citar algunos ejemplos.
Orio ha sido desarrollado por Naïo Technologies, una joven e innovadora empresa de robótica agrícola que desarrolla, fabrica y comercializa sistemas inteligentes y autónomos para la agricultura. Fundada en 2011 por dos ingenieros, Aymeric Barthes y Gaetan Severac, a Naïo Technologies le apasiona desarrollar tecnologías que permitan una agricultura sostenible de forma rentable y respetuosa con el medio ambiente. En estrecha colaboración con los agricultores, Naïo ofrece soluciones para hacer frente a la escasez de mano de obra, reducir el trabajo físico pesado y limitar el uso de herbicidas químicos.
Junto con SICK, los técnicos de Naïo seleccionaron el MRS1000 para su robot. Al desplazarse sobre montículos, es importante que el suelo no se reconozca como un obstáculo. El MRS1000 mide en cuatro niveles simultáneamente y ofrece una precisión de medición muy elevada. Incluso en condiciones exteriores difíciles, el rendimiento del sensor ha demostrado ser excelente. Esta fiabilidad significa que estos robots pueden seguir funcionando con una interrupción mínima, proporcionando un alto nivel de tiempo de actividad para la industria agrícola.
El MRS1000 ofrece un amplio campo de visión, lo que le permite cubrir fácilmente toda el área alrededor del vehículo. Además, el sensor cuenta con una función de evaluación de campo integrada y una opción de conexión de E/S digital. Esto hace posible acoplar el sensor al robot con una versión de software ligeramente modificada para que pueda detectar y evitar obstáculos de forma eficaz desde el principio.
SICK ha colaborado estrechamente con Naïo Technologies desde el principio. Esta excelente relación de trabajo y la fiabilidad del MRS1000 en entornos exteriores difíciles son solo algunas de las razones por las que Naïo Technologies tiene previsto utilizar los sensores de SICK para otros proyectos. La movilidad autónoma en la agricultura es un reto que los sensores SICK han superado en el pasado y seguirán superando en el futuro.
