En sus 75 años de historia, SICK ha dejado de ser una pequeña empresa originaria del sur de Alemania para convertirse en una protagonista internacional con más de 10.000 empleados. ¿Cómo mantiene SICK el equilibro entre una red global y unos puntos de convergencia locales? ¿Cómo influye la globalización de una empresa en su cultura y sus valores? ¿Y cómo apoya la cultura empresarial la globalización “interna”?
Globalización en la empresa: juntos, pero independientes
08-dic-2021
El equilibrio adecuado entre una red global y una conciencia local es para el Dr. Mats Gökstorp, CEO de SICK, requisito imprescindible para el éxito de toda empresa internacional. “Como empresa global, tenemos clientes, socios y empleados arraigados en sus respectivas delegaciones y mercados. Y allí es donde debemos encontrar un nexo de igual a igual. Solo seremos capaces de lograrlo por medio de una organización sólida y descentralizada, en la que nuestros empleados puedan actuar con independencia de la sede central tradicional”.
Compartir valores, valorar las diferencias
Originario de Suecia, muy pronto vivió en primera persona las relaciones comerciales internacionales. Recuerda el comienzo de su trayectoria profesional en una startup en Linköping: “Cuando creces en un país pequeño como Suecia, aprendes rápido que hay que tender la mano al mundo y descubrir cosas que sobrepasan tu propio entorno. El mercado en Suecia no era lo suficientemente grande para nuestras soluciones. Así que pronto comenzamos a adquirir clientes en Europa y en los EE. UU. De este modo aprendimos más, encontramos nuevos socios y fuimos capaces de ampliar nuestro negocio. Fue así como aprendí temprano que hay que tener una mente abierta, conocer nuevas culturas y comprender a las personas de otros países si se quiere tener éxito en el plano internacional”.
Pero estar abierto a las diferencias supone también contar con una base común unificadora que reúna a todos los integrantes de una organización global. Para encontrar una base común en una empresa internacional, a pesar de las diferencias culturales, políticas y religiosas, se precisa de una estructura empresarial sólida y eficaz. “El respeto y la independencia son dos de los valores de SICK imprescindibles para hacer posible nuestra comunidad SICK tal y como nosotros la entendemos. Respetamos nuestras diferencias, y nuestras sociedades filiales actúan de forma independiente en el plano internacional. Al mismo tiempo, trabajamos sin descanso por reforzar el sentimiento de pertenencia”.
Organización en red global en lugar de jerarquías tradicionales
El concepto de una colaboración equitativa que traspase fronteras geográficas y organizativas cuestiona las jerarquías tradicionales. “Para dirigir una empresa de 10.000 empleados, siempre se necesitará una determinada estructura de base. De igual forma, para conducir esta organización, siempre precisaremos de una jerarquía concreta. Pero esta dirección debería fundarse en la competencia técnica y la colaboración eficiente, no en una organización del trabajo con una jerarquía tradicional. Colaboraremos en equipos ágiles con diferentes competencias y con un objetivo concreto. Podemos trabajar en equipos cuyos integrantes estén en São Paulo, Mineápolis, Shanghái o Waldkirch. De este modo nos beneficiaremos de todos los distintos aspectos que emanan de diferentes culturas, diferentes experiencias y diferentes competencias y generaremos un valor añadido. Nuestros conocimientos y nuestras competencias se extienden por todo el globo, y somos capaces de crear soluciones innovadoras en equipos de proyecto. Colaboramos en red, como colegas, centrados en la tarea a desempeñar, independientemente de la organización o de la unidad a las que pertenecemos normalmente. Y una vez resuelta una tarea, podemos formar nuevos equipos para dedicarnos a nuevas tareas. Esto es lo que para mí significa la colaboración en una organización en red global”.
El mandato común: impulsar el mundo
Mientras que el respeto y la independencia conforman la base para que esta organización global funcione, Mats Gökstorp incluye entre los factores de éxito también la unanimidad sobre hacia donde se dirige la trayectoria común: “El fundador de nuestra empresa, el Dr. Erwin Sick, acuñó para nosotros la expresión ‘La tecnología al servicio de las personas’. Día tras día trabajamos por crear soluciones que protejan a las personas, que las liberen de tareas engorrosas y que salvaguarden el medio ambiente. Utilizamos nuestra tecnología, exclusivamente, para fines pacíficos y rechazamos el uso de nuestros productos en el ámbito militar. Y esto lo hacemos junto con nuestros socios y clientes, desde hace ya 75 años. Esta es nuestra contribución a impulsar conjuntamente el mundo”.
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